sábado, 6 de octubre de 2007

Tiempo que no dibujaba. Me levanté temprano para no tener que decir a donde iba. A las 6:07 ya estaba en camino con el cuaderno de dibujo y el lápiz, todo dentro de mi mochila.
Fui caminando mientras respiraba "el fresco" de la mañana. Llegué a donde siempre me ha gustado ir. Esa parte del bosque: hay una especie de hueco entre los árboles donde me puedo echar y entro perfectamente. Parece mi cama natural. Ese lugar siempre me ayuda a aclarar mis ideas y a calmarme en momentos de enojo.
Empecé a hacer unos trazos desordenados para afinar la punta del lápiz y calentar un poco mi mano... no confiaba en mi pulso después de tanto tiempo.
Comencé a dibujar lo que estaba frente a mí hasta terminarlo. Me sentí feliz: había olvidado lo satisfactorio que era terminar un dibujo.
Contemplé un rato el cielo, pero poco a poco mi visión se fue nublando y mis párpados empezaron a cerrarse. Me quedé dormido.
No tengo idea cuánto tiempo estuve ahí tirado en la tierra hasta que un ruido me despertó. Abrí los ojos y vi a una chica de cabello largo, oscuro.
"Me gustan tus dibujos", dijo.

¿Quién se había creído para estar espiándome? ¿Qué tenía que estar ella viendo mis dibujos, qué hacía arrodillada junto a mí?
Me levanté rápidamente mientras guardaba todo en mi mochila.
Cuando terminé la miré, y me dí cuenta de su piel pálida y sus ojos verdes... era la chica del colegio, la nueva.
¿Qué hacías junto a mí, me querías quitar algo o qué? - le increpé fuertemente.
Intentó responderme pero sólo balbuceó unas palabras que no entendí. Inmediatamente se volteó y empezó a correr, y fue en ese momento que me di cuenta de mi terrible reacción.
Empecé a perseguirla diciéndole que pare, y lo hizo pero no por mí: se cayó. Tuvo suerte de caerse en una zona donde abundaba el pasto. Sólo manchó un poco su ropa de verde.
La ayudé a pararse al mismo tiempo que le pedía perdón por mi reacción. "Creo que fue la sorpresa de que me despertaras lo que me puso así", ella se tranquilizó y me quitó el sentimiento de culpa por su caída.
Aunque se paró con mi ayuda, se sentó porque estaba un poco adolorida. No se me ocurrió mejor idea que ofrecerle agua que traía conmigo. Me lo agradeció.
Estuvimos hablando un rato sobre nosotros. Me enteré que se había mudado hace poco y que por eso había entrado al colegio casi a fin de año. Me contó también de su gata y de su afición por el piano y su incipiente fotografía. Y luego.. empezó a preguntar sobre mí; la noté interesada así que le conté algunas cosas. No podía crear la atención que ponía a cada palabra que decía.
Quise quedarme más tiempo, pero tenía que irme. Se estaba haciendo tarde. Ella al parecer iba al mismo lugar que yo, pero quise comprar algo y me fui hacia las tiendas. Creo que noté cierta decepción en su cara, lo que me confundió.
Luego de comprar, cuando volvía miré la casa del vecino y vi a alguien que se ocultaba rápidamente detrás de las cortinas ...¿podrá ser que ella?... creí reconocerla, pero... no, no lo creo.

No hay comentarios: