domingo, 14 de octubre de 2007

Jamás vuelvo al bosque!
Fui con Virginia a hacer lo de biología el sábado a eso de las 2:30. En mi mochila llevaba mi cuaderno de apuntes, el libro de biología y una botella con agua. No tenía ni ganas de hacer el trabajo, pero al menos a la noche iba a ir donde unos amigos ver unas películas. Pasé a buscar a Virginia por su casa y luego nos dirigimos hacia el bosque mientras ella me hablaba sobre las hojas que teníamos que buscar. No pudimos hallar rápidamente las hojas que necesitamos para el trabajo, por lo que empezamos a adentrarnos más entre los árboles. Virginia me empezó a molestar porque decía que ya nos habíamos alejado mucho de los perímetros del bosque. No le hice caso y seguí caminando. Pudimos hallar las hojas, pero al querer volver nos dimos cuenta que no sabíamos el camino de vuelta. Virginia me empezó a llamar la atención puesto que no le había hecho caso y empezó a sacar unos mapas y una brújula. Le dije que guardara esas tonterías que no servían de nada y ella se enfureció y me empezó a decir que me callara que estábamos perdidos por mi culpa y no sé cuántas cosas más. Jamás pensé que ella podía hablar de esa manera o debería decir "gritar" de esa manera. A regañadientes tuve que ver los mapas, pero no sirvió de nada. Eran todos confusos. Vi mi reloj pero se me dificultó ver la hora porque había poca luz y fue ahí cuando me di cuenta que estaba oscureciendo y que seguíamos en ese bosque sin saber cómo salir. Virginia después de ver los mapas por enésima vez, empezó a caminar en una dirección y no me quedó otra opción más que seguirla. Estuvimos un largo rato sin hablar hasta que Virginia se cansó y se sentó bajo un árbol y yo hice lo mismo, porque también estaba agotado. ¿Cuánto tiempo estuvimos en ese árbol sin hablarnos? No lo sé ...lo que si sé es que luego de ese tiempo "muerto" Virginia dijo (no sé si me lo dijo a mi) "tengo miedo". En ese momento recordé que ella no era de este pueblo, que seguro no estaba acostumbrada a los bosques y que lo más probable es que estar en uno en medio de la noche la aterrara.
Me invadió un tremendo deseo de protegerla y estiré mi mano para coger la suya. Le dije que no se preocupara, que en este bosque no había ni osos ni víboras. Estuvimos un rato hablando de distintas cosas, cuando de repente, Virginia gritó asustada y se paró a mi lado. Yo me paré también por el susto de su grito y busqué con la mirada el por qué del grito de Virginia. Entonces vi que el dedo tembloroso de Virginia me señalaba algo. Vi lo que me estaba señalando, volteé para mirarla a ella a la cara y empecé a matarme de la risa. No pude aguantar ver a una pequeña ardilla asustada por el grito de Virginia y al mismo tiempo ver la cara de Virginia asustada por la ardilla. Estuve riéndome un rato pero tuve que contenerme porque me pareció que Virginia se estaba enojando aún más porque me estaba riendo de ella. Me senté de nuevo donde había estado antes del grito de Virginia, pero ella se quedo parada un rato viendo a su alrededor. Luego de unos minutos volvió a sentarse, pero esta vez a mi lado. Abrió su mochila y sacó dos paquetes de galletas. Me dio uno. Le ofrecí mi insípida agua pero ella metió su mano nuevamente a su mochila y me ofreció una soda. Comimos en silencio. Cuando Virginia terminó, se paró, dio unos pasos y se tiró al suelo mirando hacia arriba. "Nunca vi así las estrellas" dijo ...y yo sacudí mi cabeza en señal de afirmación. Me acerqué a ella y me recosté a su lado mirando el cielo. Ahí echado a su lado terminé mi última galleta y había empezado a sacar mi abrigo de mi maleta cuando sentí que Virginia se había recostado en mí. La tapé con el abrigo que había sacado y cerré los ojos para intentar dormir. No sé cómo se pudo dormir tan rápido con el miedo que tenía, pero así fue mejor. Hubiera sido incómodo estar con ella asustada, porque no me iba a dejar dormir ...no, no creo que ella me hubiera dicho que me quedara despierto pero si me lo hubiera pedido lo hubiera hecho. Cuando desperté ella ya no estaba recostada sobre mí, estaba sentada un poco más allá viendo los mapas. Cuando me vio levantado se enrojeció un poco y me dijo sin mirarme que había entendido los mapas, y que ya tenía una idea de cómo salir. Tenía razón. Tenía "una idea". Estuvimos caminando como tres horas pero finalmente pudimos salir. Le dije que iba a ir a su casa para explicarle a su padre lo que había sucedido pero me dijo que no eran necesario, que estaba de viaje. Me preguntó por los mios y le dije que se suponía que me iba a quedar a dormir donde unos amigos así que no había problemas. Me despedí de Virginia con el acuerdo de no contarle esto a nadie y de reunirnos otro día para terminar el trabajo de biología.

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