jueves, 3 de abril de 2008

Por esas cosas de la vida no estoy solo en una clase que no quiero, donde sólo conozco a una chica que actúa como si apenas supiera quién soy, sino que ahora formo grupo con ella para el trabajo final.
El profesor dijo que hoy vencía el plazo para presentar los grupos. Unos chicos se pararon a entregarle una hoja. Lentamente, miré a Virginia. Ella me miraba también. Nos separaba una mesa de dos asientos. Luego de unos segundos, sin decir nada, nos sentamos en ella. Saqué un papel, escribimos nuestros nombres. El silencio total me hizo sonreír. Le dije: "Virginia, tenemos que esforzarnos... de preferencia un poco más que en biología".
Mi broma no resultó... Virginia permaneció sin mover los labios. Me la imaginé aguantándose la risa y sonreí yo de nuevo mientras me levantaba a entregarle al profesor el último grupo en formarse de la clase.
Al finalizar la clase, acordamos almorzar juntos un día de estos para empezar el proyecto. Ojalá todo resulte bien.