jueves, 4 de octubre de 2007

Tengo que ser realista: no puedo escribir todos los días. Si no es por mi flojera es porque me olvido ...no estoy acostumbrado a escribir. Además en caso de que me descubran alguna vez, si escribo todos los días van a pensar que soy un afanado con este tipo de diario...

Ayer fue un día para el olvido. Como no llevé a reparar mi mochila, he estado yendo con mis cosas en la mano. Cuando ingresé al salón (un poco tarde) no me di cuenta que el piso estaba mojado: mi pie se deslizó con el agua, y cuando me quise apoyar sobre la mesa para no caerme, mi mano cercana a ésta estaba sosteniendo los libros, por lo que no me pude coger de nada y caí sentado. Pos suerte apenas me mojé. Tenía que pararme, no podía quedarme ahí para siempre, pero no quería por todas las risas. Sin embargo, me paré levantando los brazos (simulando triunfo) y diciendo "gracias". Ahora, lo que me enojó fue que esa chica nueva no se estaba riendo. ¡Era la única! ...hasta el profesor se estaba aguantando la risa. ¿Acaso sentía lástima de mí o qué?
Hoy fui viendo cada centímetro delante mío para ver si había alguna cosa que pudiera atentar contra mi equilibrio. Hoy mi nombre cambió a "cuidado te caes".

Ahora que lo pienso, nadie se acercó a ayudarme y nadie me preguntó si estaba bien. Ni mis amigos ...bueno, supongo que yo hubiera hecho lo mismo ...¿o no?

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